Temas ética y moral.

 En esta clase la miss nos dio a elegir los temas y el que me tocó exponer fue las técnicas de reproducción asistida, inseminación artificial, in vitro.

Reproducción asistida.

¿Qué es?

Forma de reproducción en la que se cuenta con la asistencia médica para poner en contacto el óvulo con el espermatozoide; en los humanos se emplea en los casos en que se debe superar algún tipo de problema médico que impide a la pareja lograr un embarazo.

¿Cómo se lleva a cabo?

Consiste en extraer los óvulos del cuerpo de una mujer, los que se mezclan con esperma para producir embriones. Luego los embriones se colocan en el cuerpo de la mujer. La fertilización in vitro es el tipo más común y eficaz de Tecnología de Reproducción Asistida.


Inseminación artificial

¿Qué es?

Es una técnica que pretende respetar al máximo el entorno natural de los gametos propiciando la fecundación.

¿Cómo se lleva a cabo?

Esta técnica coloca una muestra de semen en el útero de la mujer buscando reducir la distancia entre el óvulo y los espermatozoides, de forma que se incrementen las posibilidades de fecundación.

Fecundación in vitro.

¿Qué es?

La fecundación in vitro es un tratamiento de reproducción asistida de alta complejidad.

¿Cómo se lleva a cabo?

Durante la fecundación in vitro , se recolectan óvulos maduros de los ovarios y se los fecunda con espermatozoides en un laboratorio. Después, el óvulo o los óvulos fecundados (embrión o embriones) se implantan en un útero. Un ciclo completo de fecundación in vitro lleva alrededor de tres semanas.

Implicaciones éticas y morales.

Éticas: Cuando el tema de los problemas éticos se enfoca en los usuarios de las técnicas de reproducción asistida, las cuestiones de daño al individuo (maleficencia) y beneficio, así como el respeto a la autonomía, son de interés primario.

Morales: Uno de los principales obstáculos que las técnicas de reproducción asistida deben salvar es, por un lado, el índice de fracasos y por otro, los embarazos de más de un feto.

Hay dos aspectos que debemos tener muy claro en estos temas: la vida biológica y la forma de transmitir esta vida, que implica a los padres (familia). Para que se acepte esta práctica deberá respetarse la vida física psicológica del hijo; pero estas prácticas ponen en peligro a la mayor parte de los embriones humanos que se producen y no se respeta la vida de cada embrión, por eso son condenables. En cuanto a la forma de transmisión, no se respetan los valores del ejercicio de la sexualidad, que está encaminada a la unión conyugal para engendrar vida. En estas técnicas lo primero que falta es la unión conyugal para dar origen a los gametos masculinos y femeninos. Esto ha provocado que se trate al ser humano como un objeto, despreciados su altísima dignidad es de la concepción, además de los miles de embriones que se desechan y los que se congelan. Esta forma de reproducción se ha convertido en fábrica y mercado de embriones humanos, lo cual no debe tolerarse. Un embrión es una persona. ¡Todos fuimos embriones!

Visión Cristiana.

La Iglesia católica acepta la práctica de la inseminación homóloga, aunque condicionada, pero considera a la heteróloga como una abominación y un desorden moral condenable.

Tanto teológico como biológicamente, la FIV (Fecundación In Vitro), como toda técnica de la medicina, tiene como propósito la promoción de la vida en su sentido pleno, esto tanto para la pareja infértil como también en los casos donde la FIV puede posibilitar terapias que salvan o restauran la vida y su dignidad.

Los avances tecnológicos y científicos deben estar al servicio del hombre y no al revés, pues el valor fundamental de la dignidad humana que debemos proteger y promover. En la reproducción asistida hay varias etapas donde se transgrede a la vida humana (embrión), y las formas de llevarla a cabo van en contra de la práctica auténtica de la sexualidad, qué es la que entrega el amor generoso de los esposos para engendrar la vida. 

Cristo nos revela el misterio del hombre, del cual somos partícipes, y de la grandeza de la dignidad que nos ha sido dada; por lo tanto, es necesario descubrir, proteger y promover esta dignidad, tomando conciencia y acción al respecto en nuestras vidas. 

Los criterios para valorar moralmente las acciones son el respeto, a la defensa y la promoción del hombre, su “derecho primario y fundamental” a la vida y su dignidad de una persona, dotada de alma espiritual, de responsabilidad moral y llamada a la comunión beatífica con Dios.