Las emociones como problemas de salud
Las emociones son reacciones psicofisiológicas
que todos experimentamos a diario aunque no siempre seamos conscientes de ello.
Surgen ante situaciones relevantes que implican peligro, amenaza, daño,
pérdida, éxito, novedad y nos preparan para poder dar una respuesta adaptativa
a esa situación.
El
miedo-ansiedad, la ira, la tristeza-depresión y el asco son reacciones
emocionales básicas que se caracterizan por una experiencia afectiva
desagradable o negativa y una alta activación fisiológica.
Hay
varias explicaciones por las que un elevado estado de emocionalidad negativa
puede tener consecuencias para la salud:
Al
experimentar ira, tristeza, ansiedad o depresión de manera intensa, tienden a
producirse cambios de conducta que hace que abandonemos hábitos saludables como
la alimentación equilibrada, el ejercicio físico o la vida social y los
sustituyamos por otros como el sedentarismo o la adicciones (tabaco, alcohol)
para contrarrestar o eliminar estas experiencias emocionales.
Las
reacciones emocionales prolongadas en el tiempo mantienen niveles de activación
fisiológica intensos que pueden deteriorar nuestra salud si se cronifican: la
activación del sistema nervioso autónomo con elevación de la frecuencia
cardíaca, hipertensión arterial, aumento de la tensión muscular, entre otros.