Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.

 

En Jesús hay dos naturalezas: la divina y la humana. Apreciar la forma en que Jesús actúa como Dios y como hombre, valorar la obra de Jesús en su doble dimensión.
Contestamos las siguientes preguntas:
¿Pueden platicar sobre la forma en la que les hablaron sus padres acerca de Jesús?
Si, ya que es un ser muy valioso que siempre está cuando más lo necesitamos.
¿Fue fácil en un principio aceptar que Jesús es Dios y hombre a la vez? 
No, ya que sólo conocía a Dios hijo. 
¿Cuándo les hablaban de Jesús entienden cómo fue su obra en el mundo sin aceptar esa doble naturaleza de ser hombre y Dios?
Sí, ya que Dios hijo es el que realiza toda obra por mandato de Dios padre.
Posteriormente buscamos unos significados de las siguientes palabras: 
Naturaleza divina:
Cuando se aplica a Dios, la frase obviamente habla del ser intrínseco de Dios en toda la plenitud de sus perfecciones. Si se contrasta con la naturaleza humana, la divina es auto existente, libre, creativa, eterna, simple, omnipresente, omnisciente, constante, la suma de la sabiduría, justicia y amor.
Ser partícipe de la naturaleza divina significa que las características de la naturaleza de Dios se vuelven mías, ¡A través de su obra en mi!.
Naturaleza humana: 
Puede hacer referencia al carácter y esencia de los seres humanos, así como el comportamiento humano y/o a la condición humana.
Mediador:
Promueve la creación de un espacio, de una atmósfera, de un clima en el que las personas tengan facilidad para comunicarse y deseen hacerlo.
¡Abba!:
Pertenece a la lengua Aramea y significa “padre o papá”.
Mesías:
Es el Salvador o liberador de un grupo de personas o de una humanidad.